miércoles, 16 de julio de 2014

Diferentes visiones sobre las funciones sociales de la educación.

Función social, es la contribución que aporta un elemento a la organización o a la acción del conjunto del que forma parte. Así pues función social de la educación es su aportación como institución educativa a la organización y a la acción del conjunto de la sociedad, entre lo que cabe ser reproductora del modelo social y ser precursora del cambio en el modelo social.

Algunas de estas funciones están claramente especificadas en las Leyes y normas de la sociedad, diríamos que son “manifiestas”, es decir son conocidas e intencionadas. Por su parte algunas otras son “latentes”, es decir desconocidas u ocultas. Entre las primeras podemos señalar la socializadora, la formativa, la académica (la que procura enseñanzas técnico instrumentales). Entre las segundas pueden estar el sometimiento a ciertas normas, la inculcación de determinados valores y creencias.

Aunque ya lo hemos destacado desde un principio, son diferentes las posturas de los diversos autores en torno a las funciones sociales de la educación. Vamos a señalar las siguientes:

COMTE.- Comte elabora la Ley de los Tres Estadios, en la que señala que la sociedad ha evolucionado en tres fases: la teológica, la metafísica y la positivista. Para él es preciso renunciar a la teológica y metafísica para quedarse en la positivista, es decir en que es el conocimiento quien puede transformar la sociedad. De esta forma apuesta por una educación popular. Comte es contemporáneo de las revoluciones industriales (primera mitad del siglo XIX) y pretende superar las teorías sociales de la revolución francesa.

MARX.- Marx va más allá de la superación del Antiguo Régimen y de la Revolución Francesa, es la propia organización social capitalista generadora de desigualdades y aboga por el control de sociedad por las clases populares y obreras. En este sentido aboga por una escuela pública, laica y gratuita controlada por las clases trabajadoras. Marx es posterior a las revoluciones industriales de la mitad del siglo XIX.

DURKHEIM.- Es considerado el primer sociólogo de la Educación, para él la Sociología debe estudiar los hechos sociales como cosas con base social, de este modo estudiar lo que son y deben ser las instituciones pedagógicas, sería el objeto de la Sociología de la Educación, que ayudaría a los maestros a realizar un análisis científico de la educación y a establecer nuevos criterios de actuación pedagógica. Abogó por el estudio de las instituciones educativas y sus funciones dentro del papel socializador que tienen. Durkheim está a caballo entre finales del siglo XIX y principios del XX.

WEBER.- Weber apostó por la vocacionalización del conocimiento, de forma que el saber empírico conlleve el estudio de cómo mejorar aspectos de la sociedad y ponerlos en práctica. Apuesta por la modernización (no como adaptación a la evolución de la sociedad capitalista sino cómo dotar de sentido a las propuestas educativas que funcionan) y por la eliminación de la burocratización de la sociedad y por ende de la escuela. Weber es de principios del siglo XX.

AÑOS 70.- Tal vez los años 70 fueron el despertar de los debates en torno a las funciones sociales de la Educación. El gran debate desatado fue sobre la influencia de la escuela ante las desigualdades sociales, desde quienes minimizaban esa influencia, hasta quienes veían que claramente contribuía a su superación. También entre quienes creen que la Escuela reproduce exactamente las clases sociales que se dan en la sociedad y quienes creen que desde la Escuela pueden superarse las clases sociales.

HABERMANS.- Este sociólogo contemporáneo es el más citado en la actualidad, su aportación fue la Teoría de la Acción Comunicativa, en la que expone la importancia del conocimiento a través del diálogo y la interpelación comunicativa entre las personas. De ella han surgido, entre otras metodologías, la “Comunidades de Aprendizaje”.


Como decía al principio, la incidencia de la educación en las personas puede ir en dos sentidos, que a mi entender no son contrapuestos: puede reproducir los modelos sociales para que el individuo se ajuste a la sociedad en la que convive, y puede ayudar al individuo a ser agente de un cambio social, de aquello que en la sociedad es menos humano y conviene transformar. Apuesto porque los dos estén presentes en la educación.