lunes, 13 de abril de 2020

ENSEÑANZA ON LINE

Tengo un amigo, profesor de la Universidad de La Rioja, que es un experto en los procesos de enseñanza aprendizaje a través de las tecnologías de comunicación. Este amigo lleva tiempo diciendo que no es lo mismo utilizar metodologías didácticas innovadoras a través de las tecnologías que usar las tecnologías con las metodologías didácticas tradicionales.

Al hilo de la actual situación de confinamiento en casa del alumnado y profesorado, está repitiendo otra idea similar, en esta ocasión refiriéndose a que no es lo mismo pretender seguir dando clases a distancia, como si se tratase de una metodología específica de formación a distancia. Porque se trata de dos realidades diferentes.

Conozco otro profesor universitario amigo mío, que desde hace años está intentando incorporar procesos de enseñanza innovadores con su alumnado, utilizando como medio las tecnologías que le ofrece la propia Universidad. Sin embargo, no tiene la suerte de su otro amigo, y se ve incomprendido por sus compañeros y responsables del Departamento, cuando no despreciado y obligado a no utilizarlas. De hecho no se le permite interactuar con el alumnado a través de las Plataformas tecnológicas de la propia Universidad, por lo que se ve en la tesitura de buscar alternativas de interacción por su cuenta y con medios propios.

Resulta que, precisamente en este momento cuando las tecnologías de la comunicación se han convertido en imprescindibles para mantener el proceso formativo, le prohíben mantener esas herramientas ajenas a la Universidad, con la excusa de ser “públicas”. Es decir que no le permiten utilizar la Plataforma de su Universidad y le prohiben utilizar otras Plataformas ajenas. ¿Quién lo entiende?

Como mi amigo es bastante tozudo, buscará alternativas para seguir ofreciendo a su alumnado metodologías innovadoras, a la espera de que la realidad se imponga y se demuestre la incongruencia de su propia Universidad. Al tiempo.