martes, 1 de octubre de 2019

PEDALEANDO SOBRE CONCEPTOS EDUCATIVOS: 1. ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

La palabra Universidad procede del vocablo latino universitas, cuya raíz evoca el término universalidad, probablemente haciendo alusión a la concentración de los conocimientos universales en un mismo lugar. En la Edad Media, entre los siglos VI a XII, las escuelas monásticas y catedralicias fueron sus precursoras, pero sus estudios se circunscribían fundamentalmente al ámbito religioso-teológico. A finales del siglo XII es cuando surgen las universidades como una nueva modalidad de abordar los estudios, ya no tan ligados al ámbito religioso sino al conocimiento universal y proceden de asociaciones de maestros y  eclesiásticos que reciben privilegios de los príncipes y se regulan con jurisdicción propia. Las dos primeras universidades europeas nacidas en la Edad Media y que todavía subsisten son la Universidad de Bolonia (año 1119) y la Universidad de París (año 1150), en Inglaterra las Universidades de Oxford (1167) y Cambridge (1209) y en España las Universidades de Salamanca (1209) y Murcia (1272).

Si nos asomamos por la ventana del tiempo, podríamos observar que en las clases de aquellas incipientes instituciones hay un maestro (un profesor) que habla y unos discípulos (alumnos) que escuchan. Hoy día, cercanos al año 2020, podemos asomarnos físicamente por una ventana de cualquier Universidad y, probablemente, observaremos un aula donde un profesor habla y unos estudiantes apuntan. ¿Qué ha cambiado en estos ocho o nueve siglos? Indudablemente la vestimenta de profesores y alumnos, también la modernidad de las mesas, sillas, pizarras digitales, proyectores, e incluso los alumnos utilizan ordenadores para anotar los discursos del profesor. Pero ¿ha cambiado “esencialmente” el proceso de enseñanza-aprendizaje que se realiza en las universidades? Y la respuesta es muy clara: NO.

Evidentemente ha cambiado gran parte de la metodología de enseñanza universitaria, especialmente desde que entró en vigor en Europa el llamado Plan Bolonía (en alusión a la primera universidad). A partir de ese Plan se incrementan los trabajos grupales, algunas actividades en el aula son diferentes a la mera exposición del profesor, por supuesto la utilización de las actuales tecnologías, amén de la disminución (o incremento según se mire) de la duración en años en algunas carreras y la modificación de la nomenclatura (hemos pasado de diplomados a graduados, de licenciados a graduados con máster, etc.). Pero retomando la pregunta, respondemos que “esencialmente” no ha cambiado nada.

Y es que la esencia de la enseñanza sigue siendo la misma, es el profesor quien muestra, señala, expone, dicta… una serie de conocimientos. En el aprendizaje no ha cambiado gran cosa, es el alumno quien recibe esas enseñanzas y, si quiere y se esfuerza, los aprehende, los coge, los asimila… Tampoco ha cambiado la evaluación, el profesor pregunta para verificar si el alumno tiene en su poder algunos de los conocimientos expuestos y el alumno (antes oralmente, ahora por escrito) “expulsa” lo que ha aprendido o memorizado.

Y en realidad, es la fórmula más cómoda tanto para los alumnos como para los profesores. Con este sistema de exposición de conocimientos el profesor simplemente tiene que refrescar lo que ya sabe, profundizar algo más en las últimas investigaciones sobre la cuestión, exponerlo en el aula y preguntar para ver qué se le ha quedado. Cambiar toda esa metodología supondría un esfuerzo que, para muchos, no merece la pena. Por su parte, el alumno prefiere escuchar, anotar y memorizar, escribirlo en un examen y se acabó. Si tuviera que trabajar en equipo, resolver problemas reales buscando el conocimiento oportuno, leer investigaciones y obtener datos sobre la materia, realizar proyectos de cara a una futura aplicación de los conocimientos estudiados, etc., es indudablemente un esfuerzo muchísimo mayor que memorizar en tres días los apuntes de todo el cuatrimestre.


Probablemente la clave para pasar de una enseñanza medieval a una moderna se encuentre el la forma de evaluar. Hablaremos de ello.

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